TIENE MUCHO SENTIDO
Coches compactos vs. SUV: ¿Qué opción te conviene más en ciudad?
El compacto ha sido el rey de la ciudad durante años, pero en la última década, los SUV se han colado en cada esquina. Son altos, aparentes y están por todas partes. ¿Pero tiene sentido usar uno en un entorno urbano?

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El compacto ha sido el rey de la ciudad durante años, pero en la última década, los SUV se han colado en cada esquina. Son altos, aparentes y están por todas partes. ¿Pero tiene sentido usar uno en un entorno urbano? ¿O sigue siendo mejor un utilitario de toda la vida? Vamos a poner orden en este debate con más músculo comercial que sentido común.
¿Qué diferencia a un compacto de un SUV?
Aunque a veces se parezcan, no juegan en la misma liga. Un coche compacto (como un SEAT León, un Renault Mégane o un Golf) mide entre 4 y 4,4 metros de largo, tiene una altura contenida y su carrocería suele ser más baja y eficiente. Su punto fuerte es el equilibrio entre espacio, maniobrabilidad y consumo.
Un SUV, en cambio, parte de esa misma base técnica, pero se sube a la moda. Mismos motores, mismo chasis en muchos casos, pero carrocería más alta, posición de conducción elevada y un diseño que sugiere robustez aunque muchos no vean un camino de tierra en su vida. Son más grandes, más pesados y, en general, más sedientos.
¿Y eso en qué se traduce? Pues en que el SUV te da más presencia, pero también te penaliza en consumo, precio y agilidad. Al final, acabas pagando más por un coche que no siempre ofrece ventajas claras en ciudad.

¿Qué opción funciona mejor en ciudad?
Si hablamos de puro uso urbano, el compacto sigue ganando por goleada. Gira mejor, cabe mejor, consume menos y suele costar menos tanto de comprar como de mantener. A la hora de aparcar, un compacto te permite meterte en huecos donde un SUV lo pasa canutas, y eso en el centro de cualquier ciudad vale oro.
La visibilidad es el único punto en el que los SUV tienen ventaja. Al ir más alto, se ve mejor por encima del tráfico y se pueden detectar mejor los pasos de peatones o bicis. Pero esa ventaja es relativa: también puedes llevarte más sustos con motos que se cuelan por los flancos sin que las veas.
Además, no hay que olvidar la suspensión. Muchos SUV urbanos tienen un tarado más blando que favorece el confort en badenes o baches, sí, pero también tienden a moverse más de la cuenta y a ser menos precisos. En ciudad no es algo dramático, pero en un trayecto rápido o en una rotonda estrecha, se nota.
¿Quién debería elegir un compacto?
Los compactos son la opción ideal para quien vive o trabaja en ciudad, aparca en la calle o en garajes estrechos, y no necesita un maletero de 500 litros todos los días. Si haces pocos kilómetros y valoras la agilidad por encima de la imagen, es tu coche. También si buscas algo más asequible, tanto en el precio de compra como en seguro, ruedas o reparaciones.
Son especialmente recomendables para conductores jóvenes, parejas sin hijos o personas mayores que quieren algo manejable. Y, aunque suene a cliché, muchos compactos tienen mejor comportamiento dinámico que su versión SUV. Así que si te gusta conducir (y no solo ir de A a B), lo agradecerás.
Cuidado con despreciar a los compactos por viejos. Hoy hay opciones con diseño atractivo, buena tecnología y motores eficientes sin necesidad de dar el salto a la electrificación total. A veces, menos es más.

¿Quién encaja mejor con un SUV?
El SUV entra en juego cuando necesitas espacio extra, visibilidad y no te importa sacrificar algo de maniobrabilidad. Las familias con niños y la gente que viaja a menudo o que quiere ir más alta en el tráfico suelen apostar por este formato. También hay un componente de imagen: un SUV tiene más presencia, y eso para muchos pesa más que cualquier dato de ficha técnica.
Si vives en las afueras o en una zona con calles anchas y poco tráfico, un SUV tiene más sentido. También si tienes que cargar sillitas, carritos, maletas o perros grandes. Eso sí, cuidado con pasarte de tamaño: un SUV urbano tipo Captur o T-Cross puede tener sentido; uno grande como un Tiguan, en ciudad, es directamente un trasto.
Otro perfil típico del comprador de SUV es quien busca entrar y salir del coche sin agacharse, y eso, para personas con movilidad reducida o de cierta edad, es una ventaja real. Lo que no es real es pensar que por tener un SUV vas a hacer rutas por el monte cada fin de semana. No ocurre, y los fabricantes lo saben.
Entonces, ¿compacto o SUV?
La respuesta rápida: si vives en ciudad y no tienes necesidades especiales, el compacto gana por goleada. Es más barato, más eficiente y más práctico. Pero si necesitas espacio, comodidad de o simplemente te gusta la estética SUV, adelante, solo asegúrate de que sea uno de los pequeños. Un T-Roc o un 2008 pueden ofrecer lo mejor de los dos mundos.
Lo importante es no dejarse llevar por modas o anuncios. Piensa en tu uso diario, en tu plaza de garaje (si la tienes) y en tu bolsillo. Y recuerda que un coche, por muy alto que sea, no convierte los atascos en aventuras ni los parkings en paraísos.
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