Genetista estadounidense

El Premio Princesa de Asturias de Ciencia 2025 se va para la genetista Mary-Claire King

El jurado de la Fundación Princesa de Asturias concede su premio a la investigación científica a la doctora King, genetista estadounidense clave en el estudio contra el cáncer y en la lucha de las Abuelas Argentinas.

La genetista Mary-Claire King, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025.La genetista Mary-Claire King, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025.Europa Press

Si 2024 fue el año de la diabetes, para la Fundación Princesa de Asturias (FPA) 2025 es el año de Mary-Claire King: el Premio Princesa De Asturias de Investigación Científica y Técnica de esta edición se va para la genetista Mary-Claire King.

El jurado destaca su figura por sus "contribuciones pioneras en la aplicación de la genética al estudio y prevención del cáncer, la similitud entre especies y la defensa de los derechos humanos.", según reza el acta de este jueves 12 de junio.

Reunidos en Oviedo, los integrantes del jurado reconocen por unanimidad el trabajo de la doctora King que, aseguran, ha permitido "establecer por primera vez la estrecha relación entre un gen concreto y el riesgo de desarrollar cáncer de mama u ovario, contribuyendo de este modo a salvar millones de vidas."

Quién es Mary-Claire King

De origen estadounidense y natural de Chicago, Mary-Claire King obtuvo su título de graduada en Matemáticas en el Carleton College de Minnesota, donde fue calificada como cum laude en 1966. Poco después inició su camino como genetista con su tesis doctoral en Genética de la Universidad de Berkeley.

Su doctorado en Biología Evolutiva le llevó a descubrir la proximidad genética del 99% entre humanos y chimpancés. Más adelante, se encaminó para investigar el origen del cáncer de mama. No fue hasta 1990 cuando consiguió identificar un gen localizado en el cromosoma 17, denominado BRCA1, cuyas mutaciones se ven implicadas en el desarrollo de determinados tipos de cáncer de mama y ovario.

Tanto su estudio con los chimpancés como su gran descubrimiento sobre el cáncer resultaron claves en el avance de la ciencia hasta el momento, tanto que su descubrimiento acerca del cáncer provocó un cambio total de paradigma.

Gracias a su contribución, el estudio de múltiples enfermedades raras (como la enfermedad de Huntington o la fibrosis quística) comenzaron a enfocarse desde otro punto de vista.

Recientemente, gracias a la integración de la genómica con la neurociencia, la doctora King ha podido contribuir a la comprensión de la esquizofrenia, aportando estudios que evidencian la relación entre la enfermedad y el cambio de secuencia del ADN de un gen (conocido como mutaciones novo).

Aparte de contribuir en términos de salud, los estudios genéticos de Mary-Claire King han sido de gran ayuda en el ámbito de los derechos humanos. Tras la dictadura argentina, la doctora King ayudó a identificar a personas desaparecidas, trabajó junto a las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo para identificar a sus familiares, contribuyendo a la reunificación de 138 familias.

Su trabajo en la identificación de desaparecidos y sus descendientes tras la dictadura argentina ayudó a establecer el Banco Nacional de Datos Genéticos, la primera institución de Argentina dedicada a la preservación de la información genética para futuras identificaciones.

La importancia del Premio Princesa de Asturias a la Ciencia

Este es el penúltimo de los ocho Premios Princesa de Asturias que se han repartido ya este año, a falta únicamente del de Cooperación Internacional, que se anuncia el 18 de junio. El de hoy es un premio que la FPA destina a aquellos científicos u organismos por su "labor de cultivo y perfeccionamiento de la investigación, descubrimiento y/o invención" en diferentes disciplinas científicas, que van desde la astronomía hasta la química, pasando por la astrofísica, las ciencias médicas, tecnológicas, de la Tierra y del espacio, de la vida o la física.

Se trata de un premio que se ha entregado las últimas seis veces de manera colectiva, a grupos de investigadores que, en su mayoría, estaban también integrados por mujeres: este matiz es relevante si tenemos en cuenta que la FPA tardó 23 ediciones en entregárselo a una mujer —Jane Goodall fue la primera y es, hasta la fecha, la única mujer que lo ha recibido de manera individual: de las 12 mujeres que han levantado este premio, sólo en tres ediciones el galardón se fue íntegramente a investigadoras.

Después de Goodall (2003), lo recibieron de manera conjunta las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna(2015) por desarrollar una tecnología que permite la edición de genes y la manipulación de ácidos nucleicos (las 'tijeras genéticas'), desarrollo que les valió también el Premio Nobel de Química en 2020. Cuatro años después (2019), fueron las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrna Díazlas que levantaron el premio de Ciencia, gracias a sus investigaciones en torno a la crisis climática, sus efectos y la defensa de la biodiversidad.

El premio a lo largo de los años

El año pasado, el Premio Princesa de Asturias de Ciencia se fue para un grupo de investigadores por su papel en la investigación e inicio del desarrollo del tratamiento de la diabetes tipo 2: el 90% de los diabéticos tienen esta tipología de la enfermedad.