ESPERAN PÉRDIDAS MILLONARIAS
Los peores presagios con los aranceles se han cumplido para Ford y General Motors
Los dos fabricantes estadounidenses pueden perder en conjunto unos 6.500 millones de dólares durante este año como consecuencia de las tasas impuestas por el gobierno de Donald Trump.

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Esto ya presagiaba una catástrofe para la automoción de Estados Unidos, pero los efectos de los aranceles impuestos por la istración estadounidense a países como Canadá y México ya tienen cifras. Y es que tanto Ford como General Motors han reconocido que podrían cosechar pérdidas de unos 6.500 millones de dólares entre ambos. Unas consecuencias nefastas que ponen en alerta a la industria y al propio ejecutivo de Donald Trump, que podría lamentarse pronto de esta medida que decidió emprender al poco tiempo de regresar a la Casa Blanca.
Por un lado, Ford cifra en 2.500 millones de dólares las pérdidas que puede experimentar este año. Una cuantía que se explica desde la gran dependencia que tiene de un país vecino afectado por los aranceles como es Méjico y de un potente rival en el comercio exterior como es China. Y es que en estos dos lugares Ford ensambla un montón de sus coches. Por ello, la marca ha avisado que podría cortar la cadena de suministro en Estados Unidos si el Gobierno de Trump decide subir más las tasas. Por lo tanto, no tendrá más remedio que reducir plantilla y/o costes.
Por su parte, General Motors cifra entre 4.000 y 5.000 millones de dólares sus potenciales pérdidas. En el caso del grupo propietario de marcas como Cadillac, Chevrolet o Hummer, la dependencia exterior corresponde a Corea del Sur, al que Trump impuso unos aranceles del 25 % en su momento.

Hay algo de luz en la oscuridad
No obstante, Estados Unidos ha acordado con China recientemente reducir los aranceles que ambas potencias tenían establecidas a partir del 14 de mayo tras haberse reunido en Suiza. En concreto, las tasas estadounidenses a los productos procedentes de China lidiarán ahora con un impuesto del 30% frente al 145% con el que cuentan en la actualidad. Por su parte, el gobierno de Xi Jinping bajará las cargas a las importaciones estadounidenses hasta el 10% partiendo desde el 125% que había establecido en respuesta a la tormenta comercial desatada desde Washington cuando se produjo el regreso de Trump.
No obstante, General Motors se ha mentalizado de que tendrá que lidiar con aranceles en cualquier caso y por ello está intentando traer, en la medida de lo posible, la producción de componentes a Estados Unidos. Ford aceleró sus descuentos para potenciar sus ventas durante el primer trimestre y evitar unos efectos más negativos. Solo el tiempo sabe cómo será el siguiente capítulo de esta serie que promete ser muy larga.
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