'MVT en Acción' se adentra en la 'Operación Kaiser' contra el narcotráfico en Rivas, Vallecas y la Cañada Real

Tres equipos de Más Vale Tarde acompañan en exclusiva a la Policía Nacional en una macrooperación contra el narcotráfico que ha tenido lugar en tres lugares diferentes. En la llamada 'Operación Kaiser', han sido testigos directos de la detención del presunto líder y de sus personas de confianza. Testigos también de registros en los que se viven momentos de máxima tensión entre los familiares de los detenidos contra los equipos de Más Vale Tarde, que han de ser escoltados por la UIP hasta sus vehículos.

Son las seis de la mañana. El equipo de MVT está ya listo para acompañar a los agentes en una operación simultánea en tres lugares diferentes de Madrid. El objetivo, el de detener al líder de la organización del menudeo de droga.

El punto de partida, Rivas-Vaciamadrid. Allí residen el cabecilla y el principal responsable del negocio. El despliegue es máximo, con diferentes unidades de la Policía entre los que están de la UIP. Todo, para garantizar la seguridad en la entrada.

Al tirar la puerta abajo ya se ve al líder. A Ricardo. De manera inmediata acaba retenido y engrilletado en lo que es una larga mañana de registro en su vivienda. Su mujer, a las cámaras de MVT, cuenta que está "tranquilo" porque no considera que haya hecho nada.

Una escopeta y dinero escondido en zapatillas

Los registros no dicen eso. Es más, dicen todo lo contrario. En el mismo cajón de la mesilla de noche encuentran escondido más de 5.000 euros. También, incluso, en una zapatilla. Hasta guardan una escopeta.

La Cañada Real es otro de los destinos. Otro de los lugares donde se van a llevar a cabo registros. Es uno de los mayores supermercados de la droga de nuestro país, y la comitiva se dirige hacia allí desde la sede policial de la calle Tacona a eso de las siete de la mañana. El objetivo es el amigo y hombre de confianza del presunto líder de la organización, la persona que se encarga de gestionar el punto de venta de droga en el sector 6 de la Cañada Real. Es el más conflictivo.

La Policía revienta la puerta de la infravivienda en la que se esconde y ahí está, durmiendo junto a su pareja. La chabola, un búnker protegido por varias puertas y candados que hay que romper con una cizalla. Dentro, con ayuda de una unidad canina, los agentes buscan drogas, armas y dinero en presencia del supuesto subalterno del jefe y de la mujer que está con él. Los vecinos, tan tranquilos: "Estamos acostumbrados".

El registro se prolonga durante algo más de dos horas y termina con cinco personas detenidas. Entre ellas, el hombre al que sitúan tras el jefe de la organización, su pareja y otros tres hombres. Ellos serían los encargados de alertar y 'dar el agua' en caso de presencia policial en el punto de venta de droga.

Máxima tensión en Vallecas

El tercer dispositivo está en Vallecas, donde se sitúa uno de los posibles almacenes de la trama. La Policía trata de encontrar escondites donde, dicen, "almacenen drogas, armas o dinero". De madrugada, los agentes atraviesan una calle en completo silencio. Uno que termina con el estruendo de un ariete de la UIP, herramienta que usan para tirar la puerta abajo. Los inquilinos de la vivienda se despiertan alterados pero con ánimo de colaborar cuando da inicio un intenso registro de casi tres horas de duración.

En el registro se persona también la Policía Municipal, quienes han de entregar una notificación del juzgado a uno de los integrantes de este grupo por otros delitos.

Y no había error. En el registro con perros se encuentran armas y munición en la vivienda, mientras la tensión aumenta según pasan las horas. Los familiares de los implicados llegan al lugar, y es entonces cuando comienza un enfrentamiento entre ellos. Unos y otros se echan las culpas por la situación.

Finalmente la Policía Nacional se lleva a dos personas detenidas por tenencia ilícita de armas y por delitos contra la salud pública pero la tensión en Vallecas es tal que el equipo de Más Vale Tarde tiene qué ser escoltado por la UIP de la Policía Nacional al coche para poder salir de allí y acabar con la Operación Kaiser, que culmina con la detención de 20 personas.