HISTORIA EL GP DE MÓNACO
El Ferrari F2001 de Schumacher rompe récords en subasta y se vende por el doble de lo esperado
Fue el único monoplaza con el que el alemán logró la victoria en el Principado y con el que ganó su 4º Mundial.

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El Ferrari F2001 fue una pieza fundamental en el dominio histórico de Michael Schumacher y la Scuderia Ferrari a comienzos del siglo XXI. Con él, el equipo italiano conquistó múltiples victorias y campeonatos en la Fórmula 1. De todos los chasis construidos, el número 211 destaca de forma especial: fue el único con el que Schumacher logró la victoria en el Gran Premio de Mónaco y, en esa misma temporada, se coronó Campeón del Mundo. A su vez, Ferrari se alzó con el título de Constructores en 2001. Con dos triunfos en Grandes Premios y dos campeonatos mundiales asociados a él, el chasis 211 se ha convertido en uno de los monoplazas más icónicos de la era moderna.
Dominio en el Principado
Desde una cama del Hospital General de Northampton, con una pierna fracturada tras un accidente en Silverstone en 1999, Schumacher declaró sentirse afortunado de estar vivo. Menos de dos años después, dominaba las pistas como pocos, incluyendo una actuación impecable en Mónaco 2001.

El vigente campeón mundial no mostró señales de debilidad mientras se abría paso con precisión quirúrgica por las calles del principado. Tomó la delantera desde la primera curva, aprovechando el fallo del sistema de salida del McLaren de David Coulthard, quien quedó estancado en la parrilla. A partir de ahí, Schumacher marcó el ritmo, primero alejándose de Häkkinen y luego construyendo una sólida ventaja sobre Barrichello, su compañero de equipo.
McLaren sufrió otro revés mecánico, mientras Schumacher parecía conducir con una serenidad implacable. Se permitió incluso conversar por radio con Ross Brawn durante la carrera, preguntando por el rendimiento de otros pilotos. Brawn lo instó a mantener la concentración. Al final, cruzó la meta apenas 0,431 segundos por delante de Barrichello, tras reducir la velocidad deliberadamente. Era una victoria sin fisuras, en una jornada en la que Ferrari anunció la renovación de contrato de Schumacher hasta 2004.
De Mónaco a Hungría
Tras su gesta en Mónaco, el chasis 211 fue relegado momentáneamente a coche de reserva. Apareció en Canadá, donde fue usado por Barrichello tras un accidente en clasificación, y más tarde por Schumacher en varias sesiones de calentamiento. En Hockenheim volvió a competir por un problema en la caja de cambios de otro chasis, aunque no pudo terminar la carrera.
Su regreso triunfal llegó en el Gran Premio de Hungría. Allí, en un trazado que demandaba gran carga aerodinámica, el chasis volvió a demostrar su excelencia. Schumacher firmó la pole con una ventaja abrumadora de ocho décimas sobre Coulthard y, el domingo, lideró casi toda la carrera. Con esta victoria, aseguró su cuarto campeonato mundial con varias carreras por disputarse. Aquel día igualó a Alain Prost en número de títulos y victorias (51), situándose solo detrás de Fangio en la historia de la F1. Ferrari, por su parte, logró su segundo doblete consecutivo de títulos.
El chasis 211 aún participaría en los entrenamientos del Gran Premio de Bélgica antes de ser retirado con todos los honores. Schumacher, por su parte, terminaría la temporada con 11 poles, 9 victorias y un dominio absoluto.
Ross Brawn lo resumió con claridad al finalizar el año: “El F2001 es, en mi opinión, el mejor coche que hemos creado desde que llegué a Maranello”.

El Regreso de una Obra Maestra
En 2025, el chasis 211 fue completamente restaurado por la fábrica de Ferrari para garantizar su perfecto estado de funcionamiento. Se instalarán nuevos depósitos de combustible en su próxima visita a Maranello, con los costos ya cubiertos por el consignatario. Este F2001 no es solo un coche; es una pieza de historia viva. Una auténtica joya del automovilismo, ideal para formar parte de cualquier colección de élite o exhibirse en los eventos más prestigiosos de Ferrari alrededor del mundo.
No es la primera vez que este coche sale a puja. Ya lo hizo en 2017 cuando esta misma unidad alcanzó un precio de 7,6 millones de dólares, unos 6,3 millones de euros al cambio de la fecha. Ahora, se ha entregado completamente revisado por Ferrari. Finalmente, la puja se cerró en una impresionante cifra de 15.980.000 euros, lo que supone unnuevo récord mundial para un monoplaza de Ferrari en una subasta.
Su legado en Mónaco y en el campeonato lo convierten en una obra maestra imposible de ignorar.
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