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ES EL FUTURO INMEDIATO

Así está cambiando la conducción del coche la inteligencia artificial

La IA contribuirá al control por voz, a desarrollar más sistemas avanzados de asistencia a la conducción y el pilotaje autónomo, y perfeccionará la seguridad de los vehículos

STLA AutoDrive

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La Inteligencia Artificial es una de las grandes incertidumbres del mundo actual. Qué va a cambiar, cómo va a afectar, a quién y a qué. Pues entre estas respuestas, ya podemos afirmar que la industria del automóvil será una de las que sufrirán el impacto de la IA convirtiendo los coches en naves espaciales sobre cuatro ruedas.

El primer aspecto, y probablemente más evidente, en el que la Inteligencia Artificial se aplicará a los vehículo será el control por voz. De hecho, ya hay coches que cuentan con este sistema para la navegación, activar la climatización, poner música o pedir información sobre la conducción.

El mejor copiloto

Todas estas funciones aumentarán hasta el punto en que la IA se convierta en el copiloto perfecto, demandándole que configure cualquiera de los componentes electrificados del coche. Por ejemplo, pedirle que recline el asiento del conductor a un grado específico, que active un modo específico de conducción o que abra las ventanillas. Será, por tanto, una interactuación continua con la IA.

Una de las ayudas de la Inteligencia Artificial más esperadas por los conductores es la llamada navegación predictiva. Básicamente, se trata en mejorar el rendimiento y la eficiencia de los sistemas de navegación. Gracias a la amplia capacidad de la IA para recopilar información en tiempo real, podrá monitorizar el estado de las carreteras como posibles obras repentinas, accidentes, densidad de tráfico… curzando todos estos datos, ofrecerá la mejor alternativa de recorrido posible.

En este sentido, la Inteligencia Artificial potenciará el uso de los radares, sensores y cámaras de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS). Toda esta tecnología recoge información sobre el contexto que rodea el vehículo, la carretera o las señales de tráfico. Pues bien, la IA perfeccionará toda esa información recogida para desarrollar más ADAS y profundizar el funcionamiento de los ya existentes. En definitiva, contribuirá en incrementar la seguridad de los conductores, peatones y ciclistas, y a facilitar el desarrollo de la conducción autónoma.

Posibles averías

Por último, esta acumulación de información de la Inteligencia Artificial también irá dirigida a conocer al detalle el estado del coche. Es decir, componentes que se están desgastando más rápido de la cuenta, cuáles están más expuestos a posibles averías o cómo evitarlas o si algo se ha roto, avisar antes de que afecte a la conducción.

En resumen, aunque hay un sector grande de la población que demoniza la Inteligencia Artificial, para la conducción debería suponer benefícios. Especialmente porque reducira las dos grandes preocupaciones de los s, la navegación y la seguridad. Para la industria del automóvil en sí misma supone un nuevo y emocionante desafio.

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