Informe anual 2024
El Banco de España llama a tomar medidas para solucionar el déficit de vivienda y evitar un "problema social de primera magnitud"
La letra pequeña Entre otras medidas, la entidad propone incrementar la oferta, especialmente la de alquiler asequible mediante la colaboración público-privada, con el objetivo de corregir los desequilibrios en el mercado de la vivienda, según ha desvelado en su último informe anual.

Si atendemos a los adjetivos y al mensaje de urgencia por encontrar una solución, podría decirse que el Banco de España está casi más preocupado por la situación de la vivienda en España que por la afectación de los aranceles de Trump en nuestra economía. La entidad supervisora bancaria ha publicado este martes su Informe Anual correspondiente al año 2024, en el que advierte, como ya ha hecho en anteriores ocasiones, de la necesidad de abordar el problema de la vivienda con urgencia ante la nota falta de oferta en el sector.
"La producción de nueva vivienda no ha sido suficiente para dar respuesta a las necesidades habitacionales derivadas del crecimiento de la población, especialmente en grandes ciudades y zonas turísticas", apunta. Aunque no se da una cifra puntual para 2025, el informe sugiere que si no se corrige el ritmo actual de construcción, el déficit se ampliará en los próximos años, incluido 2025. Es más, concreta que el déficit de vivienda en España se estimó, para el periodo acumulado entre 2022 y 2024, en un rango situado entre 400.000 y 450.000 viviendas, una cifra en la línea de las 600.000 casas nuevas que estimó como necesarias en su informe de vivienda y que incluía el año 2025.
Además, este desajuste es especialmente acusado en cinco provincias —Madrid, Barcelona, València, Alicante y Málaga—, que concentran algo más del 50% de ese déficit.
Ante esta situación, el Banco supervisor advierte: "Los desequilibrios en el mercado de la vivienda, que aún están lejos de reducirse de forma significativa a corto plazo, tienen la capacidad de convertirse, si no se abordan de manera decidida y holística, en un evidente cuello de botella para la economía española por el lado de la oferta y en un problema social de primera magnitud en nuestro país".
En su informe anual, la entidad dirigida por el exministro José Luis Escrivá, repasa la evolución de la economía española en el año anterior y recoge también los principales riesgos y vulnerabilidades a los que se enfrenta la economía española a corto y largo plazo.
A pesar de la situación complicada en materia de vivienda, y atendiendo a los datos previos, el Banco de España valora que han mejorado las ratios de endeudamiento de las familias y las empresas españolas, que se han situado en valores cercanos al mínimo de las últimas décadas, y reducido el nivel de vulnerabilidad financiera de estos sectores.
Previsión de crecimiento ante el contexto de incertidumbre
Otros de los retos que afrontará la economía española, dice el informe, serán los flujos migratorios, que podrían verse afectados por política migratoria de Estados Unidos: "Será preciso analizar en qué medida podrían afectar en el futuro a la magnitud y/o composición de los flujos de migrantes hacia nuestro país", mantiene. Además, contempla como otro reto económico, haciendo alusión a la DANA de Valencia, a los consecuencias que se puedan derivar del cambio climático, y pide actuar: "Sería conveniente que España, en línea también con sus socios europeos, continúe avanzado de forma ágil y eficiente en el ámbito de la transición ecológica".
En otros asuntos, el coenxto de incertidumbre internacional con la guerra comercial de Trump en pausa relativa deja poco espacio a la concreción. La entidad bancaria superior mantiene la previsión de crecimiento del 2,7% para este año y augura que el empleo continuará creciendo en 2025, a pesar de que lamenta la persistencia de una tasa de empleo inferior a la de los socios europeos. Con respecto a 2026, y aunque no se especifica un porcentaje exacto, se anticipa una ligera desaceleración del crecimiento respecto a 2025, en línea con la moderación global y europea. Escrivá ha señalado que las perspectivas económicas para España los próximos trimestres están condicionadas por la evolución del entorno internacional, "con evidentes riesgos a la baja", dada esa incertidumbre por los aranceles.
Las perspectivas de futuro dependen, fundamentalmente, de "cómo se resuelvan las actuales tensiones comerciales", de "cómo todo ello interactúe con el comportamiento de los mercados financieros internacionales", y el grado de confianza con el que los agentes económicos toman sus decisiones de gasto e inversión.
Y da un dato significativo: si finalmente llegaran a implementarse los aranceles anunciados, el pasado 2 de abril, el arancel efectivo medio que la economía española soportaría en sus exportaciones a este país aumentaría aún más, hasta el 18 %.
El informe advierte también de que la actual incertidumbre por la guerra comercial podría extenderse a los servicios y perjudicar al turismo español, sobre todo por parte del turismo estadounidense, que ha visto cómo el dólar se deprciaba en favor del euro, lo que encarece las vacaciones en nuestro país.
La bajada de la productividad
Escrivá ha reclamado una "agenda reformista ambiciosa" para hacer frente a estos desafíos estructurales, entre los que se incluye también la "significativa" brecha de productividad respecto al promedio de la zona del euro. Se trata del primer 'Informe Anual' que publica el Banco de España desde que Escrivá asumió el mandato del organismo.