Por las actividades de Nueva Rumasa

La Audiencia Nacional condena a siete años y cuatro meses de cárcel a seis hijos de José María Ruiz Mateos

El contexto A Álvaro, Zoilo, José María, Pablo, Francisco Javier, Alfonso y José Ramón Ruiz Mateos se les atribuyen los delitos de estafa, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.

El hijo de Ruiz-Mateos, Pablo Ruiz-Mateos sale de un juicio por ‘Nueva Rumasa’, en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, Madrid. El hijo de Ruiz-Mateos, Pablo Ruiz-Mateos sale de un juicio por Nueva Rumasa, en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, Madrid. Europa Press

Seis hijos de José Maria Ruiz Mateos han sido condenados este viernes a siete años y cuatro meses de cárcel por las actividades del complejo empresarial Nueva Rumasa. A Álvaro, Zoilo, José María, Pablo, Francisco Javier, Alfonso y José Ramón Ruiz Mateos se les atribuyen los delitos de estafa, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes. Además, en la misma causa también han sido condenados Zoilo Pazo Jiménez y José Ramón Romero López.

Según la sentencia de la AN, a la que ha tenido laSexta, los Ruiz Mateos tenían sociedades instrumentales en Belice con fines ilegales. "Entre ese cúmulo de sociedades podían distinguirse unas auténticamente productivas -fundamentalmente ubicadas en los sectores vinícola, hotelero y de alimentación- junto con otras sociedades instrumentales o meramente patrimoniales -la mayoría radicadas en Belice- que se limitaban a ostentar la propiedad nominal de aquellas sociedades y de sus marcas comerciales, así como la de algunos inmuebles de los de la familia Ruiz-Mateos", reza la sentencia.

Además, el documento indica que en los años a que se refiere este escrito "esa intrincada maraña de sociedades se sirvió de una compleja estructura financiera que el año 2009 operaba con, al menos, 4.067 cuentas abiertas en 117 entidades bancarias, principalmente en el Grupo Santander-Banesto -724 cuentas- y en el Banco Echeverría -130 cuentas-, cuyo funcionamiento artificioso se puso calculadamente al servicio de los fines ilegales que más adelante se dirán".

Captaron fondos ante la insolvencia

Así, la familia, ante esas circunstancias adversas que agravaban la situación de insolvencia de las empresas o las abocaban a esa situación de modo inminente, y ante la imposibilidad de seguir recurriendo a la financiación bancaria, ocultando todo a los acreedores, proveedores, consumidores y demás intervinientes, decidieron poner en marcha un nuevo mecanismo "dirigido a captar fondos del público con los que poder, no solo enmascarar por un tiempo esa situación, sino también hacer frente a los cuantiosos gastos personales, familiares y domésticos y principalmente a los préstamos que gravaban sus viviendas, que a principios del año 2009 superaban los 18 millones de euros".

En palabras de la Audiencia Nacional, para captar tales fondos los acusados, junto con su padre, decidieron apelar al ahorro del público mediante agresivas campañas en los medios de comunicación de ámbito nacional, sobre todo en prensa escrita, donde ofrecían invertir en sus sociedades más conocidas a cambio de remunerar con elevados intereses, cuidando que en esas campañas se mostrara siempre "una imagen de solvencia y bonanza empresarial del Grupo Nueva Rumasa que sabían que carecía de todo sustento".

Para esto, los condenados obtenían préstamos de los inversores cuya devolución, junto con el abono de los intereses, se garantizaría mediante la entrega de unos "pagarés de empresa o pagarés corporativos" no a la orden, emitidos y avalados por sociedades del Grupo Nueva Rumasa. Todo ello siempre avalados por sus marcas más conocidas y ocultando a todo el mundo su situación de insolvencia.

Captaron a 4.110 inversores y 337 millones

El número total de inversores que adquirieron pagarés u otros efectos del Grupo Nueva Rumasa no se conoce con exactitud, pues existían algunas inversiones opacas, pero, según sus propios responsables, se captaron fondos de, al menos, 4.110 personas. El importe total de los fondos captados fue de 337.377.450 euros, mientras que el auxilio judicial ha podido identificar la entrada en las cuentas de Grupo Nueva Rumasa de, al menos, 243.476.514 euros procedentes de los adquirentes de pagarés entre los meses de febrero de 2009 y febrero de 2011.

Finalmente, para devolver todo ese dinero, que ascendía a 47.975.828 euros, los ya condenados y su padre, sabiendo que era imposible conseguir ese contante, "emitieron sucesivamente pagarés a nombre de trece sociedades de Nuevo Rumasa por un importe total de 385.353.279 euros de los que solo llegaron a abonarse 96.239.433, quedando sin pagar a los inversores 289.113.846". Así pues, ocho de esas sociedades emisoras jamás llegaron a pagar a sus inversores cantidad alguna.