La defensa de un hostelero demandado por sus trabajadores: "Me ha denunciado un subnormal comunista"

En un rincón del mapa andaluz, un restaurante de apariencia tranquila ocultaba tras sus puertas el epicentro de un entramado empresarial con 14 sociedades vinculadas a la hostelería. Hasta allí se desplazaron en 2022 las cámaras de Equipo de Investigación para seguir la pista de su propietario: un empresario conocido en el sector del ocio, tanto nocturno como diurno, a escala nacional. Sobre la mesa, varias denuncias de empleados y una auditoría en marcha.

No lo encontraron en su local, pero sí accedió a hablar por teléfono. Lo hizo con desdén. "Yo tengo denuncia de un subnormal comunista que hay ahí metido. Un chico sindicalista", respondió sin matices al ser preguntado por los procedimientos abiertos. Alegó que su negocio estaba al borde del cierre y atribuyó su situación a causas externas: la subida de la luz, el coste del personal, los impuestos y los seguros sociales.

La conversación giró entonces hacia otro caso: el de un trabajador que sufrió un accidente grave y denunció que la empresa falseó su registro de horas. El empresario lo negó con firmeza. "Se le ha pagado siempre", dijo. La periodista insistió: el afectado cobraba una pensión mínima por la falta de cómputo real. "¿Eso se ha solucionado?" quiso saber. "Con él está todo cerrado, con juzgado y cerrado. Todo en orden", concluyó.

*El contenido al que hace referencia esta información corresponde a un programa de Equipo de Investigación de 2022.