Hackers 'made in Spain': campeones del mundo en ciberseguridad

Puede sonar a película de ciencia ficción, pero es completamente real: existe un campeonato mundial de hackers, y España acaba de llevárselo por segunda vez. Un torneo donde no se trata de robar, atacar o hacer daño, sino de justo lo contrario: proteger a empresas y gobiernos descubriendo sus fallos de seguridad antes de que lo hagan los malos.

Y ahí estaba el equipo español, escalando posiciones hasta llegar a la final contra Egipto. ¿El resultado? Casi el doble de puntuación. Un baño digital.

¿Qué es esto del torneo de hackers?

Se trata de una competición oficial en la que participan equipos de todo el mundo. El reto: intentar hackear (de forma legal y controlada) sistemas de grandes empresas como Amazon, Microsoft o bancos internacionales. Por cada fallo que encuentran, suman puntos. Entre más complejo o peligroso el fallo, más puntos.

No es solo un juego: muchas de estas empresas pagan miles de euros por cada vulnerabilidad detectada. Y este torneo, aunque tiene su parte lúdica, mide el talento real de los mejores expertos en ciberseguridad del planeta.

Pero… ¿estos hackers son los buenos o los malos?

Importante aclarar esto: hablamos de hackers éticos, también conocidos como de sombrero blanco. Son profesionales que usan sus conocimientos para proteger, no para atacar. Lo contrario a los 'hackers malos' o de sombrero negro, que sí cometen delitos informáticos.

Por ejemplo, nombres como Alcasec (el joven que hackeó sistemas de la Guardia Civil y Defensa) no tienen nada que ver con este tipo de eventos. De hecho, fue detenido en febrero en Alicante por acceder a datos de alto nivel, incluidos de la OTAN. Esos perfiles están en el lado oscuro de la red.

¿Quiénes son los hackers buenos de España?

España tiene una comunidad muy activa y respetada de hackers éticos. Algunos son conocidos, como Chema Alonso, que fue jefe de ciberseguridad en Telefónica, ha trabajado con el gobierno y ha sido condecorado por la Guardia Civil. Otros, como Sandra Bardón, empezaron en el Ministerio de Defensa y han terminado trabajando nada menos que en la OTAN.

Y lo curioso es que muchos de los que compiten en este torneo no se dedican profesionalmente a esto. Tienen otros trabajos y participan por pasión, por reto, en su tiempo libre.

¿Cuánto gana un hacker bueno?

Muchos de estos profesionales trabajan en empresas privadas, muchas veces extranjeras, donde se pagan muy bien sus servicios. Algunos se dedican a buscar fallos de seguridad y por uno grave pueden llegar a cobrar hasta 50.000 euros.

Otros trabajan como asesores, formadores o directamente dentro de instituciones públicas. En España hay hackers trabajando en la Policía Nacional, el CNI, el Ministerio de Defensa e incluso en organismos internacionales como la OTAN.

Las ofertas de empleo del CNI para expertos en ciberseguridad suelen volverse virales, y no es para menos: es un trabajo apasionante, bien pagado y con un impacto real en la seguridad del país.

¿Y ahora qué?

Con esta nueva victoria, España se confirma como una de las potencias mundiales en ciberseguridad. Dos títulos en tres ediciones del mundial de hackers no es casualidad: es talento, formación y compromiso.

En un mundo cada vez más digital, los hackers buenos son nuestros nuevos héroes anónimos. No llevan capa, pero sí portátiles potentes, teclados veloces y una enorme responsabilidad: mantenernos seguros.