window.onload = function () { (function(){function r(e){if(!window.frames[e]){if(document.body&&document.body.firstChild){var t=document.body;var n=document.createElement("iframe");n.style.display="none";n.name=e;n.title=e;t.insertBefore(n,t.firstChild)}else{setTimeout(function(){r(e)},5)}}}function e(n,a,o,c,d){function e(e,t,n,r){if(typeof n!=="function"){return}if(!window[a]){window[a]=[]}var i=false;if(d){i=d(e,r,n)}if(!i){window[a].push({command:e,version:t,callback:n,parameter:r})}}e.stub=true;e.stubVersion=2;function t(r){if(!window[n]||window[n].stub!==true){return}if(!r.data){return}var i=typeof r.data==="string";var e;try{e=i?JSON.parse(r.data):r.data}catch(t){return}if(e[o]){var a=e[o];window[n](a.command,a.version,function(e,t){var n={};n[c]={returnValue:e,success:t,callId:a.callId};if(r.source){r.source.postMessage(i?JSON.stringify(n):n,"*")}},a.parameter)}}if(typeof window[n]!=="function"){window[n]=e;if(window.addEventListener){window.addEventListener("message",t,false)}else{window.attachEvent("onmessage",t)}}}e("__tcfapi","__tcfapiBuffer","__tcfapiCall","__tcfapiReturn");r("__tcfapiLocator");(function(e,t){var n=document.createElement("link");n.as="script";var r=document.createElement("link");r.as="script";var i=document.createElement("script");i.id="spcloader";i.type="text/javascript";i["defer"]=true;i.charset="utf-8";var a="https://sdk.privacy-center.org/"+e+"/loader.js?target_type=notice&target="+t;if(window.didomiConfig&&window.didomiConfig.){var o=window.didomiConfig.;var c=o.country;var d=o.region;if(c){a=a+"&country="+c;if(d){a=a+"®ion="+d}}}n.href="https://sdk.privacy-center.org/";r.href="https://sdk.privacy-center.org/";i.src=a;var s=document.getElementsByTagName("script")[0];s.parentNode.insertBefore(i,s)})("829e56eb-a72b-4b64-91c3-1e63c21ebf06","LWthFPE8")})(); };

MEJORAN LA SEGURIDAD

Si no fuera por estos sistemas, los accidentes serían más graves: te contamos como fuinciona cada uno

Los coches más modernos incorporan sistemas avanzados que evitan que pierdas el control del vehículo o frenan por ti en caso de emergencia, lo que reduce el riesgo de sufrir un accidente grave.

Sistemas ADAS

Publicidad

La seguridad activa de los vehículos ha evolucionado a pasos agigantados en los últimos años, porque es una de las prioridades de todos los fabricantes. De hecho, tienen que pasar crash test y reciben una valoración independiente de la Euro NCAP. Y son precisamente todas esas tecnologías punteras las encargadas de reducir la gravedad de los accidentes, incluso de evitarlos en muchos casos.

Los coches más modernos incorporan todo tipo de sistemas que nos echan una mano en la conducción, la hacen más cómoda y también más segura. Pero hay otros que llevan años acompañándonos. Son tan habituales en los turismos modernos (y en los no tan modernos) que nos olvidamos de que están ahí, pero hacen que los accidentes sean mucho menos graves y, por ende, que haya menos víctimas mortales en las carreteras.

Frenada automática de emergencia

La frenada automática de emergencia (AEB, por sus siglas en inglés) es uno de los sistemas que más valora la Euro NCAP y es indispensable para que un coche obtenga una puntuación alta en materia de seguridad. Detecta de forma constante la distancia con respecto al vehículo que le precede —en versiones más avanzadas, también peatones y ciclistas— y actúa si el conductor no reacciona a tiempo ante el obstáculo.

El sistema lo forman sensores y a menudo una cámara frontal, y se encarga de evaluar en milisegundos si hay riesgo de sufrir una colisión. Si el conductor no pisa el freno, el sistema lo hace automáticamente y puede evitar por completo el impacto. En ciudad es bastante útil, pero en carreteras, autovías o autopistas puede ser todavía más cómodo, sobre todo si te encuentras con una retención o con un coche parado en el arcén. Desde hace unos años, es obligatorio en los vehículos nuevos. Eso sí, mucho ojo con llevar tu coche sucio si quieres que la frenada automática de emergencia haga bien su trabajo.

ABS

Lleva ya varios años con nosotros y en su momento fue uno de los primeros grandes saltos tecnológicos para controlar el vehículo en situaciones límite. Hablamos del sistema antibloqueo de frenos (ABS), que evita que las ruedas se bloqueen durante una frenada. Es lo que te permite a ti, como conductor, poder maniobrar incluso en pleno frenazo.

En lugar de frenar de forma continua, el ABS lo que hace es aplicar y liberar presión varias veces por segundo. Así, modula la fuerza de frenado en función de la adherencia al asfalto, es muy útil en firmes irregulares, mojados o deslizantes. Sin ABS, aumenta la distancia de frenado y también podrías perder la dirección.

ESP

Por último, el control electrónico de estabilidad (también lo encontramos como ESC). Este es otro de los sistemas más completos que tenemos para mejorar la seguridad vial, porque se encarga de que el vehículo no derrape ni patine al perder adherencia, ya sea por exceso de velocidad, por una maniobra brusca o porque las condiciones del asfalto no son las mejores.

El ESP actúa comparando la trayectoria que quiere hacer el conductor —la determina el ángulo del volante— con la trayectoria real del vehículo. Si detecta una desviación peligrosa, corrige la situación automáticamente actuando sobre los frenos en cada rueda y, si es necesario, también sobre la entrega de par motor. En la práctica, evita trompos, salidas de la carretera o que el coche se te vaya demasiado de delante o de atrás.

La mayoría de coches tienen un botón que permite activarlo o desactivarlo. Es apropiado desconectarlo al conducir sobre barro o nieve, porque es necesario que el coche patine ligeramente para poder seguir avanzando. Sin embargo, no te olvides de conectarlo después, porque puede evitar accidentes.

Antena 3» Noticias Motor

Publicidad