China quiere fabricar en Europa
Santana Motor, la fábrica de coches de Linares que resucitará gracias a la tecnología china: "Serán todos trabajadores locales"
Fruto de su deseo de fabricar en Europa para evitar los aranceles, China desembarca en Linares para resucitar Santana Motor. Su CEO, Eduardo Blanco, explica que "los salarios son los de aquí, los horarios son los de aquí y habrá sindicatos".

La cultura china está en constante expansión gracias a su poder económico, llegando a zonas de España como Linares, en Jaén, hogar de la mítica fábrica de automóviles Santana Motor, donde lleva sin fabricarse un coche desde hace 14 años.
Eso cambiará tras el acuerdo de la empresa con China, que devolverá las líneas de montaje a una nave ahora vacía. Eduardo Blanco, CEO de Santana Motors, espera que esto ocurra entre julio y agosto de este año con el objetivo de recuperar "la esencia de la marca en vehículos todoterreno".
La llegada de la superpotencia asiática no traerá consigo trabajadores chinos, pues Eduardo explica que, de los 60 operarios más 10 istrativos que se espera empiecen a trabajar en la fase inicial, solo habrá tres o cuatro personas provenientes de China que "vendrán a formar". El resto, señala, "serán todos trabajadores locales".
Lo que sí vendrá será la tecnología puntera china, fruto del deseo de fabricar en Europa y, así, evitar los aranceles económicos de la Unión Europea. Un modelo con el que, explica Claudio Feijóo, exdirector para Asia de la UPM, el resto del mundo le da a China "de su propia medicina": "No me vale con que fabriques simplemente, quiero que transfieras tecnología y crees un ecosistema alrededor".
Raúl Caro, concejal de Industria y Desarrollo del Ayuntamiento de Linares, una ciudad que tras el cierre de su nudo industrial llegó a ser número uno en paro de toda España. Él y Eduardo han sido dos de los negociadores para atraer empresas chinas a Linares, que también han invertido en zonas deprimidas como Puerto Real, en Cádiz.
Eduardo deja claro que en su fábrica "los salarios son los de aquí, los horarios son los de aquí y habrá sindicatos". "Los chinos van entendiendo esa forma de trabajar, pero creo que en la balanza pesa más tener fabricación en Europa y poder acceder a otros mercados", apunta.